Fede sabe algo que muchos olvidan. La primera impresión es la que cuenta.
Por eso, en su lubricentro de Luján de Cuyo, jamás rellena una botella usada.
Un litro de aceite “suelto” puede ser barato… pero no tiene por qué parecerlo.
El que compra merece respeto y Fede no vende aceite: vende confianza.
Traés el envase de vuelta,… ¡Te hace precio!.
Copiale a Fede: la calidad empieza por lo que se ve.

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